Aunque el Hotel no aparecía en ninguna web de asociaciones y colectivos "sin gluten", sí que nos indicaron al hacer la reserva que tenían menús para celiacos y después de la experiencia la verdad es que nos ha sorprendido gratamente.

Por la mañana, en el desayuno, tenían bizcocho, magdalenas, galletas y tostadas (que tostaban en una tostadora exclusiba para este fin). En la comida y en la cena tu le decías al cocinero, al metre o incluso a la entrada lo que querías (verdura, pasta, arroz, carne, pescado, etc.) y te lo hacían sin tener que esperar nada a la hora de servirlo. Además disponen de dos planchas para carne y pescado en donde todo lo que hacían era sin gluten.
El único "pero" es que el pan era Bimbo de la FACE y no había barritas.
El personal era muy amable y atento y el cocinero responsable de la comida sin gluten estaba todo el rato pendiente las personas celiacas para que no les faltara nada.
Os lo recomendamos!!!