- 200 ml de leche.
- 50 ml de agua.
- 100 gr. azúcar.
- 100 gr. de mantequilla.
- 40 gr. de levadura fresca prensada.
- 350 gr. de harina (Adpan Panadera, de venta en el Corte Inglés).
- Una cucharadita de sal.
- Aceite de girasol para la preparación de los bollos.
Preparación
Mezclar en un boll la leche, el agua, el azúcar y la mantequilla derretida. Añadir después la sal, la levadura (previamente bien desmenuzada) y la mitad de la harina, y mezclar enérgicamente hasta conseguir una masa homogénea. Posteriormente, añadir el resto de la harina muy poco a poco hasta que la masa se quede pastosa y se pueda coger toda en bloque. En muchas ocasiones tendremos que añadir un poco más de harina, si la masa queda muy blanda; o más agua si queda demasiado compacta y al cogerla se deshace en bolas.
Sacar la bandeja del horno, ponerle papel encima (albal o de horno) y pintarlo con un poco de aceite de girasol.
Mancharnos un poco las manos con el aceite e ir dándole forma a los bollos. Colocarlos en la bandeja separados, pensando que después duplicaran su volumen. El truco es hacer la forma ovalada típica de los suizos de toda la vida, pero aplastándolos bastante, con un centímetro de altura como mucho.
Hacer un pequeño corte en el centro y espolvorear con un poco de azúcar humedecida. Dejar reposar una hora y media para que doblen su volumen.
Calentar el horno a 200 grados por arriba y por abajo, y hornear los bollos entre 15 y 20 minutos.
Tomar solos, o rellenar al gusto: dulce o salado.
