La experiencia fue buenísima. Tenían una carta decente para celiacos, todos los camareros sabían del tema y nos explicaron que la cocina la tenían partida: en una parte hacían la comida "normal" y en la otra la de los celiacos, por lo que el riesgo de contaminación es mínima.
Pude degustar una ensalada con una salsa riquísima y unos espaguettis a la carbonara, finalizando con un postre de natillas con clara de huevo montada. Imaginaros mi sorpresa cuando me dijeron que si quería pan sin gluten para ir abriendo apetito con un delicioso aceite con aroma, que se me saltaron las lágrimas.
He vuelto a ir otras 2 veces más, cambiando de platos y no por ello con peor sabor ni mucho menos.
El restaurante es una cadena formada por 4: 3 se llaman Da Nicola y otro Da Carpaccio.
Os adjunto la página web para que le echéis un vistazo.
Espero que paséis por allí porque es más que recomendable.