Desde el primer momento tenían claro todas las precauciones a tomar y el protocolo a seguir. Fuimos atendidos por Alfonso un gran profesional, una persona amable y siempre pendiente de que nuestros hijos y en especial de mi hija (celiaca) para que todo estuviera correcto.
Un detalle que me llamó la atención fue que cuando traía pan "con gluten" siempre lo servía por el lado contrarío de donde estaba sentada mi hija aunque tuviera dar la vuelta a la mesa que era bastante grande. Por supuesto tenía pan "sin gluten", que era prácticamente una barra casi de las grandes y estaba riquísima al igual que todos los platos.
Otro detalle que nos comentó Alfonso es que cuando iba un celiaco, cito textualmente "saltaban unas alarmas", habrá gente fuera del colectivo celiaco que lo vea exagerado pero a mí me pareció fenomenal la palabra "alarma", pues quiere decir que están concienciados y tienen muy claro los pasos a seguir.
No se como será el resto de paradores, pero si son como este, siempre tendremos un lugar donde poder ir a cenar y donde conocen bien todos los protocolos a seguir
Por todo lo anterior ¡OS LO RECOMENDAMOS!
Y desde aquí quiero saludar y agradecer a Alfonso su amabilidad y el trato recibido.